martes, 10 de septiembre de 2019

Visceras






Entro en la carnicería donde compro habitualmente en verano. Parece que esté  en un local de moda de la costa: una cantidad importante de rusos y barceloneses,veraneantes en la Costa Brava, conforman la mayoría de la clientela. Seis o siete dependientes muy profesionales se apresuran eficientes a atender a los compradores que esperan su turno.

Por esta carnicería han desfilado ante mí unos cuantos famosos: desde el expresidente del Barça, Joan Laporta, a la madre de la tenista Arantxa Sánchez Vicario, entre otros, han comprado carne delante mío.... De acuerdo, ningún famoso de portada de la revista Hola. Con esto quiero decir que estoy acostumbrada a pasármelo bien mientras compro.

Cojo número y observo de espaldas a una mujer alta, rubia y delgada con el cabello recogido en un gracioso moño descuidado lo justo. Destaca especialmente entre las clientas rusas y barcelonesas por la elegancia con la que lleva puesto  un sencillo vestido estilo boho-chic  Me parece reconocer a la pareja de esta señora de algún programa de TV3, pero no la acabo de situar. Él se comporta muy cariñoso con ella, la abraza por la cintura todo el rato y distraídamente le da un beso en la mejilla.

La mujer finaliza su compra y se dirige a la caja para pagar. El marido se gira un momento y me sorprende mientras les observo. Me mira un instante con ojos cansados como diciendo “sí, somos nosotros". Decido fijarme en su mujer y resultar ser  la presentadora de televisión Susanna  Griso.

Esta periodista catalana es más alta y guapa en persona que como aparece por la pantalla de televisión. Los labios operados casi no se notan, parecen naturales. Puede que yo sea muy mala y en verdad ni se los  haya retocado. Destila elegancia en la manera de llevar el precioso vestido. El señorío se tiene o no es tiene. Desengañémonos. Calza unas botas camperas   (de verano) que ni  una rusa del Kremlin, barcelonesa de Pedralbes o gerundense del Pla de Palau, osaría ponerse en pleno mes de agosto. Pero ella sí puede.

Susanna Griso sabe que todo el mundo en la carnicería la reconoce y lo soporta con una sonrisa. Los dependientes no han parado de felicitarla por el programa de televisión de las mañanas "Espejo Público".

Finalmente la pareja se va, y aquel ambiente glamuroso que se intuía en la carnicería de moda se ha desvanecido. Los mortales habíamos sido tocados unos instantes por la visión de un ángel, y ahora hemos vuelto a la cruda realidad de comprar unas morcillas.

Normalmente no puedo (ni quiero) ver su programa matinal de televisión Espejo Público porque coincide con mi horario de trabajo. Pero los pocos programas que he visto me han desconcertado sobremanera por el hecho que yo no la tenía catalogada como la otra reina de la televisión basura matinal que es Ana Rosa Quintana. Estas dos presentadoras estrella de televisión se hacen la competencia y luchan entre ellas a ver quien obtiene la màxima audiència con noticias de la crónica negra,  y parece ser que se hacen millonarias con este tipo de programes,

Paralelamente a enriquecerse,  en mi humilde opinión, Susanna Griso ha ido perdiendo prestigio como periodista seria . No es una Ángeles Barceló, o una Gemma Nierga. No. En su momento decidió, como Maria Teresa Campos, (otra buena periodista caída en desgracia “profesionalmente hablando", que no lucrativamente) dedicarse a la telebasura y buscar audiencia a cualquier precio. Queda poco de la Susanna Griso de los informativos de TV3 o de “Tres señoras y un señor”.

Si en la carnicería top ella nos quería enviar un mensaje de elegancia y finura, a mí no me lo coló.

En su trabajo diario, utiliza el dolor y el sufrimiento de personas sencillas, ajenas al mundo de la televisión, para subir la audiencia.

Quizá  le tendría que haber dicho en la carnicería que yo personalmente no compartía la opinión de los dependientes, que había visto la entrevista donde hurgaba en la herida de los padres de Julen, el niño de Málaga que cayó en un pozo mientras jugaba y estuvo muchos días muerto hasta que encontraron el cuerpo. Durante la entrevista se podía ver perfectamente que la pareja no estaba en condiciones de responder ninguna pregunta. Estaban rotos de dolor. Pero ella continuó. the show must go on.
Las preguntas fueron:

- ¿ Cuántas veces os habéis arrepentido de haber llevado vuestro hijo a aquel terreno a pasar el día?
- ¿Qué recordáis de aquel día?
- ¿Quién hacía la paella?


Gran entrevista, periodismo incisivo y de calidad que proporciona información de interés a los espectadores, y quizás un Pulitzer.

No le dije nada.

Hoy ha empezado el juicio a la asesina confesa de Gabriel, el niño almeriense asesinado por la pareja del padre. Otro espectáculo periodístico asqueroso en marcha. El padre y la madre del niño han visto venir todo el que les cae encima. Han pedido a… Ana Rosa Quintana y Susanna Griso, entre otros, respeto y sensibilidad para ellos y para los testigos y familiares implicados, y que se informe de manera ética. He recibido un mail de la plataforma reivindicativa change.org para firmar peticiones multitudinarias. He firmado a favor de su hijo, para que los medios de comunicación cumplan estrictamente los códigos deontológicos a la hora de dar cobertura informativa. No sé si Susanna Griso lo habrá respetado. Es sorprendente recibir una petición de change.org de unos padres que solicitan protección de Susanna Griso y sus secuaces, igual que me la piden de liberar un preso político en Turquía.

Ciertamente me extraña mucho cómo ha cambiado Susanna Griso. Con toda sinceridad lo digo.
PD 1. ¿ Qué compró Susanna Griso en la carnicería? ¿Vísceras?


PD2. Mucho  dinero debe cobrar Susanna Griso como para negarse a hacer este tipo de programas de televisión.  Es muy fácil criticarla, ya lo sé.

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