viernes, 30 de diciembre de 2016

Adios Princesa

Justo cuando me estaba recuperando de la  noticia de la muerte inesperada de uno de mis cantantes favoritos, George Michael, acontecida nada menos que el día de Navidad, me sorprende otra triste noticia: la muerte de Carrie Fisher, la princesa Leia, y  justamente el día de mi cumpleaños.

La película STAR WARS forma parte de los buenos recuerdos de  mi infancia ( y seguramente de la da tanta gente de mi generación). Pero en mi caso también significó una válvula de escape en aquellos años duros de la adolescencia. Yo entonces no lo sabía ( menos mal), pero yo era lo que ahora se definiría como una friki. Recuerdo perfectamente que al estreno de la película no fui con mis amigas. Estaba en una mala época. Creo que a ellas les iban otro tipo de películas. No tengo ni idea por qué fui con mis padres y tampoco recuerdo por qué tuvimos que ir a Palamós en vez de a Platja d'Aro.

Compartí el entusiasmo por esa película con mi compañera de pupitre de entonces. Antes de su estreno ya teníamos noticias de esta película que trataba de caballeros jedi, héroes divertidos, princesas valientes, espadas laser, naves espaciales... Y sí, confieso que colgué un poster de la princesa Leia en mi habitación, junto con el de Luke Skywalker, Han Solo y... Darth Vader.  No puedo imaginar a mi madre viendo la foto de Darth Vader y pensando que tenía una hija muy rara. Me entra la risa y la pena al mismo tiempo. 
 
La película fue un absoluto éxito. No sé cuantas veces la habré visto en el cine. Y su banda sonora un clásico ya. Las siguientes partes, El imperio contraataca y El retorno del Jedi, ya perdieron aquella magia, aunque también son absolutamente necesarias y me gustaron.  Y Mark Hamill creció y se convirtió en adulto con responsabilidades importantes Perdió aquel aire de adolescente que me enamoró platónicamente en la primera de las tres películas.

Hoy el blog  tiene un aire personal e íntimo. Es lo que tienen las fiestas de Navidad. Siento tal gran nostalgia y tristeza estos días, que hasta la entrada de hoy es diferente de otros días, quizá demasiado personal. Desde que mis hijos han crecido, y sobretodo desde que hay unas ausencias importantes en mi vida, espero la llegada de estas fechas, que encima coinciden con mi cumpleaños, con absoluto horror. 

Este año he conseguido sobrevivir a los días clave (del 25 al 27 de diciembre) sin grandes dificultades, a pesar de las muertes de George Michael y Carrie Fisher
 
Afortunadamente aun quedan niños en nuestra pequeña familia. Estas fiestas es inevitable recordar a los que ya no están con nosotros. Pero los niños consiguen que sean mucho más llevaderas. Gracias Joan y Artur por alegrarme estos días.
 
Ahora tendré que añadir a la Princesa Leia entre los ausentes cuando sople las velas en mi próximo cumpleaños. No me importa.

Adiós princesa!
 





miércoles, 21 de diciembre de 2016

El olvido del pasado

Nota: Esta entrada la podeis encontrar en catalán en https://lilladelesbos.blogspot.com


No sé si recordáis el programa de televisión de Jordi Llompart en TV3 titulado "El olvido del pasado".  El afortunado periodista viajaba por los países de alrededor del Mediterráneo, desde Francia hasta Israel, pasando por Egipto, Etiopía o Yemen, entre otros. Y a final de mes cobraba un sueldo y todo!

Cada semana nos mostraba los restos arqueológicos y los principales monumentos de estos países, vecinos nuestros y que una vez, a lo largo de la historia, pertenecieron al mismo imperio. Algunos habían sobrevivido a guerras recientes, como la de los Balcanes, otros, al paso del tiempo, al abandono o a los terremotos, y estaban siendo reconstruidos algunos por lo deteriorados que se encontraban.

Me entusiasmaba el programa porque yo siempre he querido visitar los países de su lista. Desde el Yemen, donde se encuentra la ciudad mágica de Sanah, hasta las iglesias coptas de Etiopía, pasando por el impactante Muro de las lamentaciones de Israel.

El programa de Jordi Llompart me fascinaba tanto, que incluso me compré el libro. Con una encuadernación cuidada y unas fotos impresionantes, desde el sofá de casa me trasladaba a estos países en un viaje tranquilo y sin incidentes.


Hay que tener en cuenta que realmente son países poco recomendables para realizar un tour turístico. Hubo un tiempo en que eso me cabreaba. Que la guerra y el terrorismo que asolaban algunos de estos países no me permitieran mí, una ciudadana pacífica del primer mundo, realizar una visita turística, me parecía una impertinencia. En alguna reunión de amigos llegué a comentar que era intolerable que ahora no se pudiera viajar con tranquilidad a  Egipto, por ejemplo. Vaya estupidez! No me preocupaba en absoluto que las mujeres de Sanah tuvieran una vida miserable dentro de aquellas paredes de colores, ni que los palestinos estuvieran en conflicto permanente con los israelíes en la explanada de las mezquitas de Jerusalén, ni tampoco que cerca de las iglesias coptas, se estuvieran muriendo de hambre, literalmente.


Actualmente intento no hacer este tipo de comentarios.

Uno de los capítulos más interesantes del libro era el dedicado a Siria. Ahora con la guerra en su apogeo me produce mucha tristeza al revisarlo. Me sorprendió mucho la descripción del Teatro Romano de Bosra, uno de los mejores conservados del mundo. Bosra se encuentra al sur de Siria, y cada viernes, grupos de jóvenes (ahora llamémoslos refugiados) de la zona viajan (o viajaban) hasta el teatro romano para escuchar música, bailar y pasarlo bien. Me encantó que la gente joven continuara utilizando el monumento como si fuera ayer que lo hubiera construido para ellos.

Alepo también se encontraba hace unos años en el mapa de las guías turísticas. Las agencias de viajes ofrecían viajes a Siria y Jordania en 15 días. Ahora Alepo es la Estalingrado del siglo XXI: la historia se repite utilizando la población civil como moneda de cambio. Stalin no dejó huir los habitantes de Estalingrado cuando se acercaba el ejército alemán, porque quería que los soldados rusos tuvieran un motivo importante por el que luchar: sus camaradas de Estalingrado. Hitler quiso que la población muriese de hambre como en Leningrado y utilizó la misma técnica para asesinarlos. Los civiles de Alepo un día pueden salir de la ciudad, y al día siguiente no, todo depende de la cotización en bolsa de la guerra entre los dos bandos. Son el tesoro más preciado de los dos contendientes y, en cambio, en Europa, los refugiados sirios están de rebajas.

"Es propio de la historia de la naturaleza humana que todo acto ejecutado una vez, e inscrito en los anales de la humanidad, siga siendo una posibilidad mucho después de que su actualización haya pasado a formar parte de la historia" - (Hannah Arendt: Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal)


Viajar a Siria, la gran desconocida, le permitirá descubrir todo su riquísimo patrimonio arqueológico. Remotos yacimientos (Ugarit, Ebla, Mari, Amrit,..), impresionantes ciudades greco-romanas y nabateas (Apamea, Dura Europos, Russafa, Bosra, Palmira,..), el exclusivo arte sirio-bizantino de sus “ciudades muertas” (Serguilla, al-Bara, San Simeón Estilita,..), inexpugnables fortalezas (Krac de los Caballeros, Chastel Blanc, Markab, Saladino,..), milenarias ciudades (Damasco, Alepo, Hama,..) cargadas de historia y poseedoras de los mejores zocos de Oriente...