miércoles, 21 de diciembre de 2016

El olvido del pasado

Nota: Esta entrada la podeis encontrar en catalán en https://lilladelesbos.blogspot.com


No sé si recordáis el programa de televisión de Jordi Llompart en TV3 titulado "El olvido del pasado".  El afortunado periodista viajaba por los países de alrededor del Mediterráneo, desde Francia hasta Israel, pasando por Egipto, Etiopía o Yemen, entre otros. Y a final de mes cobraba un sueldo y todo!

Cada semana nos mostraba los restos arqueológicos y los principales monumentos de estos países, vecinos nuestros y que una vez, a lo largo de la historia, pertenecieron al mismo imperio. Algunos habían sobrevivido a guerras recientes, como la de los Balcanes, otros, al paso del tiempo, al abandono o a los terremotos, y estaban siendo reconstruidos algunos por lo deteriorados que se encontraban.

Me entusiasmaba el programa porque yo siempre he querido visitar los países de su lista. Desde el Yemen, donde se encuentra la ciudad mágica de Sanah, hasta las iglesias coptas de Etiopía, pasando por el impactante Muro de las lamentaciones de Israel.

El programa de Jordi Llompart me fascinaba tanto, que incluso me compré el libro. Con una encuadernación cuidada y unas fotos impresionantes, desde el sofá de casa me trasladaba a estos países en un viaje tranquilo y sin incidentes.


Hay que tener en cuenta que realmente son países poco recomendables para realizar un tour turístico. Hubo un tiempo en que eso me cabreaba. Que la guerra y el terrorismo que asolaban algunos de estos países no me permitieran mí, una ciudadana pacífica del primer mundo, realizar una visita turística, me parecía una impertinencia. En alguna reunión de amigos llegué a comentar que era intolerable que ahora no se pudiera viajar con tranquilidad a  Egipto, por ejemplo. Vaya estupidez! No me preocupaba en absoluto que las mujeres de Sanah tuvieran una vida miserable dentro de aquellas paredes de colores, ni que los palestinos estuvieran en conflicto permanente con los israelíes en la explanada de las mezquitas de Jerusalén, ni tampoco que cerca de las iglesias coptas, se estuvieran muriendo de hambre, literalmente.


Actualmente intento no hacer este tipo de comentarios.

Uno de los capítulos más interesantes del libro era el dedicado a Siria. Ahora con la guerra en su apogeo me produce mucha tristeza al revisarlo. Me sorprendió mucho la descripción del Teatro Romano de Bosra, uno de los mejores conservados del mundo. Bosra se encuentra al sur de Siria, y cada viernes, grupos de jóvenes (ahora llamémoslos refugiados) de la zona viajan (o viajaban) hasta el teatro romano para escuchar música, bailar y pasarlo bien. Me encantó que la gente joven continuara utilizando el monumento como si fuera ayer que lo hubiera construido para ellos.

Alepo también se encontraba hace unos años en el mapa de las guías turísticas. Las agencias de viajes ofrecían viajes a Siria y Jordania en 15 días. Ahora Alepo es la Estalingrado del siglo XXI: la historia se repite utilizando la población civil como moneda de cambio. Stalin no dejó huir los habitantes de Estalingrado cuando se acercaba el ejército alemán, porque quería que los soldados rusos tuvieran un motivo importante por el que luchar: sus camaradas de Estalingrado. Hitler quiso que la población muriese de hambre como en Leningrado y utilizó la misma técnica para asesinarlos. Los civiles de Alepo un día pueden salir de la ciudad, y al día siguiente no, todo depende de la cotización en bolsa de la guerra entre los dos bandos. Son el tesoro más preciado de los dos contendientes y, en cambio, en Europa, los refugiados sirios están de rebajas.

"Es propio de la historia de la naturaleza humana que todo acto ejecutado una vez, e inscrito en los anales de la humanidad, siga siendo una posibilidad mucho después de que su actualización haya pasado a formar parte de la historia" - (Hannah Arendt: Eichmann en Jerusalén: Un estudio sobre la banalidad del mal)


Viajar a Siria, la gran desconocida, le permitirá descubrir todo su riquísimo patrimonio arqueológico. Remotos yacimientos (Ugarit, Ebla, Mari, Amrit,..), impresionantes ciudades greco-romanas y nabateas (Apamea, Dura Europos, Russafa, Bosra, Palmira,..), el exclusivo arte sirio-bizantino de sus “ciudades muertas” (Serguilla, al-Bara, San Simeón Estilita,..), inexpugnables fortalezas (Krac de los Caballeros, Chastel Blanc, Markab, Saladino,..), milenarias ciudades (Damasco, Alepo, Hama,..) cargadas de historia y poseedoras de los mejores zocos de Oriente...

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