domingo, 18 de agosto de 2024

El vídeo

En catalán









En una cena de hace unos meses me atraganté cuando un buen amigo me preguntó qué opinaba sobre la alcaldesa de Ripoll. El amigo supuso, erróneamente, que yo habría destinado un tiempo de mi vida a pensar sobre lo que ella va diciendo. Nunca se me ocurriría escuchar ni una palabra de esta mujer.

 

Sin embargo, su pregunta denotaba un interés hacia el discurso de la alcaldesa que me sorprendió y a la vez atemorizó. ¿Cómo era posible que una persona catalana, independentista, con una casa en Sant Cugat del Vallès y otra en la Cerdaña, perteneciente al 2% de los más ricos de España, pudiera tener algún problema con la inmigración? ¿Y cómo podía llegar a pensar que una persona como la alcaldesa se lo solucionaría?. No me cuadraba en absoluto con el perfil del posible votante de un partido de extrema derecha.

 

Pensé en escribir una entrada sobre el tema pero no lo hice. Ahora SÍ me he decidido. No aguanto más. La cosa se está yendo de madre.

 

Corre por las redes un vídeo o reel que se ha hecho viral, con un discurso espantoso de la alcaldesa. Lo cualifico de “espantoso” sin haberlo visto ni escuchado. Ni pienso hacerlo. Le ha llegado al teléfono móvil a mi marido. He llegado a oir la primera frase y ya me he puesto nerviosa.

 

Mi marido se ha tenido que esconder por la casa para poder escucharlo porque yo no le dejaba. Me temía que le ocurriera lo mismo que a los protagonistas de la película de terror “The Ring” : todos los que veían una cinta de vídeo se morían misteriosamente a los pocos días. En el caso del presente vídeo o reel de la alcaldesa, me imaginaba que quien escuchaba el discurso, se transformaba en una persona racista y homófoba, como una especie de Hulk, rasgándose la ropa y enloqueciendo.

 

 

Me dirás, desocupado lector, y con toda la razón, que si no he visto el vídeo, ¿cómo puedo opinar sobre él? Pues sencillamente porque yo, sí yo, aquí donde me ves, podría haber escrito el texto. Sé perfectamente cómo piensa la alcaldesa de Ripoll, mujer blanca y privilegiada del primer mundo. La alcaldesa y yo hemos crecido en el mismo hábitat. Ambas sabemos lo que quieren oír y escuchar los votantes blancos del primer mundo: palabras tranquilizadoras tipo “no estás solo con lo que piensas”.

 

 

Son muchos años absorviendo cultura supremacista blanca sin darnos cuenta. Hemos sido adoctrinadas desde pequeñas por el cine y la televisión (las redes sociales de aquellos años). En las primeras películas del Far West que recuerdo, los indios son los malos y asesinan cruelmente a los colonos blancos. Los únicos negros que salen en las películas de Tarzán de Johnny Weissmüller son los que cargan a sus espaldas el equipaje de los blancos, y que obviamente son los primeros en morir, despeñándose por una barranco, porque son así de tontos. También recuerdo un programa de televisión de los años ochenta de bromas con cámara oculta. Las desafortunadas víctimas de las bromas eran los negros de Sudáfrica en plena época del Apartheid. Por supuesto nadie nos había explicado que Nelson Mandela estaba encarcelado en ese momento, ni del sufrimiento de aquellas personas bajo el régimen cruel del Apartheid. Los telespectadores sólo veíamos a unos negros con apariencia de bobos que intentaban coger del suelo un billete que se movía por la brisa misteriosa,  mientras un hilo invisible lo alejaba cada vez que lo querían coger. Nos moríamos de risa. ¿Cómo no ser racista si ya desde pequeños nos lo han inoculado en vena?.

 

Con su lenguaje claro y catalán la alcaldesa esconde sus ideas xenófobas y populistas bajo la apariencia de "seny català". Las anécdotas las convierte en generalidades y después incluye un par de verdades obvias entre un montón de mentiras. Repito que no he escuchado el vídeo, pero sí alguno de Trump y Hitler, y utilizan el mismo Manual de supervivencia.

 

No termina aquí el procedimiento, según el Manual. Luego se graba el discurso, se convierte en reel, se impulsa a través de las redes por los robots especializados en estos temas, y llega a un montón de personas entre las que se encuentran el amigo de Șanț Cugat, mi marido y quien se lo haya enviado. La tormenta perfecta.

 

Un montón de personas inocentes van reenviando este tipo de vídeos por las redes a sus amistades, ya sea por curiosidad o porque les convence un poco, o incluso por reírse. Son buenas personas que no se consideran racistas pero que se preocupan cuando ven un hiyab por la calle, un negro en la consulta del médico, o una persona con apellidos extranjeros en los juegos olímpicos representando a España... Tienen un gen rebelde que emerge de vez en cuando.

 

A mí a veces también me ocurre. Ya lo confesé en la entrada de 11 de agosto de 2022. Lo que pasa es que lo intentro dominar.



http://lilladelesbos.blogspot.com/2022/08/



Por supuesto estas personas desconocen que se empieza enviando reels entre unos adultos supuestamente sensatos, y éstos llegan a varios impresentables acelerados que acaban quemando mezquitas, como recientemente ha ocurrido en Reino Unido. O sinagogas, como ocurrió en Alemania de los años treinta del siglo pasado. La "noche de los cristales rotos" de 1938 los nazis destrozaron sinagogas, domicilios y tiendas de judíos. Se considera actualmente como la fecha de inicio del Holocausto. Quiero pensar que la alcaldesa de Ripoll desconoce que sus palabras son el germen de un futuro genocidio. Ella no quiere matar a inmigrantes hoy, obviamente, pero, quién sabe dentro de unos años, si llegara a un cargo de poder más importante, si empezaría encerrándolos en campos de trabajo para limpiar las calles de inmigrantes, y luego no sabría qué hacer con tanta gente cerrada y terminaría diseñando un plan detallado de exterminio de personas en masa con gas Zyklon y crematorios industriales para abaratar costes y tiempo?

 

En el fondo estoy convencida de que la alcaldesa sólo aspira ahora mismo a tener un puesto de trabajo bien pagado, mientras sueña con convertirse en la Meloni o la Marie Le Pen de Catalunya. ¿Una belleza como Meloni o una mujer que podría ser nuestra tita como Le Pen no pueden tener ideas peligrosas, verdad? Pero detrás de ellas existe toda una maquinaria de poder mayoritariamente de hombres blancos. Ellas son únicamente un espejismo. Cuando sus partidos lleguen al poder, los hombres que manejan los hilos las enviarán con una patada en el culo a realizar las faenas de la casa y a tener hijos. A ellas tres y a todas nosotras. A mí también me prohibirán escribir este blog. Lo vi clarísimo en el libro “El cuento de la criada” de Margaret Atwood. La escritora nos adelanta cómo será el mundo si llegan al poder estas ideologías. Pero esto será motivo de otra entrada

 

Desocupado lector: querría que con estas cuatro líneas, ya ves, pensaras que la alcaldesa te da una información demasiado obvia, demasiado fácil, para describir y solucionar los supuestos problemas de la inmigración. No empadronando a los inmigrantes, no les hará desaparecer de Ripoll. Ni de Cataluña. No acogiendo a menores no acompañados no hará que vuelvan a su país.

 

 

No puedo dar la solución (ni la alcaldesa tampoco) a no ser qué problema tienen algunas personas con los inmigrantes, pero desocupado lector, si te llega el vídeo, piensa que tú eres mucho más inteligente de lo que ella piensa.



Yad Vashem Photo Archive Les Juventuts hitlerianes varen destroçaar sinagogues, botigues i negocis jueus. La gent observa com un oficial nazi ataca un negoci jueu.

lunes, 1 de julio de 2024

Némesis


en català Lilladelesbos.blogspot



A veces alguien nos hacer creer que existe una némesis, un enemigo mortal del que hemos de defendernos a cualquier precio. Esta némesis es imaginaria, por supuesto, pero nosotros la vemos real,  porque nos lo han hecho creer. Y lo que es más grave, actuamos como si existiera de verdad. En mi caso, mi némesis es el mosquito tigre, y para una amiga y vecina, las mafias okupas de pisos.  El mismo día que ella hacía venir a los técnicos de “Securitas Direct” a su piso, unos operarios entraban en mi casa a colocarme unas enormes mosquiteras. 

 

 

No vivo a Kenia, donde los mosquitos causan problemas reales de salud como la malaria, ni los mafiosos tampoco entrarán en el piso de mi amiga. Estos individuos conocen perfectamente el tipo de vivienda susceptible de ser okupado: edificios embargados por los bancos, construidos a punto para entregar a sus propietarios, o situados en barrios degradados... Yo ahora tampoco daré pistas a esta gente... Pero alguien nos metió el miedo en el cuerpo haciéndonos creer que nos iban a atacar. Teníamos que hacer alguna cosa.

 

Goebbles, el ministro de propaganda de Hitler, supo utilizar esta flaqueza humana para sus fines. Gracias a sus métodos y sus mentiras, los alemanes de los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial consideraban que los judíos eran la causa de todos sus males, su némesis. El régimen de Hitler hizo creer a la población alemana que, entre otras muchas mentiras,  los judíos habían ayudado el enemigo para que Alemania perdiera la Primera Guerra Mundial. Una de tantas falsedades que el ministerio de propaganda nazi predicó durante  aquellos años. Y tengo que decir que todavía funcionan hoy en día: una persona a la cual expliqué esta historia recientemente,  dudó  que quizá era verdad. 

 

El enemigo imaginario que utiliza la ultraderecha es el inmigrante. Es la causa de los infortunios  de los europeos. Cambiamos “judío” por “inmigrante” y todo cuadra a la perfección. Podemos ver cada día cómo los partidos xenófobos usan al pie de la letra el manual de instrucciones de Goebbles, pero adaptado a los tiempos actuales. Solo hay que abrir el móvil o el ordenador y  leer las mentiras, fake news o verdades a medias, las mismas de Goebbles en los años treinta, pero adaptadas a los tiempos actuales. Y funcionan, vaya si funcionan. Es que es tan fácil dar solucionas simples a problemas complejos! A las últimas elecciones me remito.

 

https://revista.lamardeonuba.es/al-descubierto-asi-cumple-vox-los-11-principios-de-propaganda-del-nazismo-ideados-por-joseph-goebbels/


Hace unos días cogí un taxi en Cracovia. El conductor acabó explicándome cual era su némesis: los “arabiens” que habían venido de Africa ( entre él y yo no hacíamos ni el primer curso de inglés, pero nos entendíamos). En los cinco días que estuve en Cracovia no vi ni uno. Ni uno!!! Para él, las imágenes que le llegaban de los disturbios de la Banlieue de París eran terroríficas. Opinaba que los inmigrantes tenían que marcharse de Polonia. Tenía miedo que en su país  pasara “lo mismo”, que en Francia. No fue fácil frenar a mi marido que me pedía que le transmitiera en inglés que afortunadamente ellos ya disponían de instalaciones preparadas para ser ocupadas por los inmigrantes ( en clara referencia en los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau que acabábamos de visitar). Yo también lo ataqué, pobre chico. Le quise descolocar informándole que el verdadero peligro para Polonia venía del Este, no de África. Putin cualquier día volvería a invadir Polonia. Rusia hace meses que ha entrado en economía de guerra y por algún motivo será. Además tener al otro lado de la frontera un país poderoso y imperialista que ya había invadido Polonia no hace tanto, no es para estar tranquilo.  El taxista me miró muy sorprendido, no se lo esperaba. 

 

En cuanto a mi amiga, mientras cenaba una noche de verano con su familia en casa, un hombre entró por el comedor, escalando los tres pisos de  la fachada,  y los  atacó. No fue un okupa, sinó un ladrón. 

 

En mi caso, una plaga de chinches venida de no se sabe dónde, por los enchufes, por los zapatos, vete a saber, me acribillaron a picaduras mientras dormía. Los mosquitos tigre se lo miraban desde el otro lado de la mosquitera, muertos de risa...




viernes, 31 de mayo de 2024

A dos mil kilómetros

A día de hoy,  a dos mil kilómetros de distancia, en dirección al sur, quizá yo ya no existiría.

 

Querido y desocupado lector, con este encabezamiento te he dejado helado. Lo sé y lo siento. Pero, por una vez, no me estoy refiriendo a las guerras en Gaza y Ucrania.

 

Todos éramos sabedores, yo la primera, que muchos tratamientos médicos que en el primer mundo salvan vidas, en el tercer mundo no están al alcance de la mayoría de los enfermos. Lo constatamos con las vacunas para el Covid. Mientras en Europa nos vacunábamos alegremente y en masa, en África o Sudamérica los enfermos morían en los hospitales, y una nueva variante del virus volvía a extenderse por el mundo. Más recientemente en Argentina, la vacuna contra el virus del dengue, solo se la administran a los pocos argentinos que pueden pagar setenta euros. En los países pobres, donde no hay una sanidad pública que funcione, las empresas farmacéuticas venden sus productos a precio de oro a los pocos enfermos que pueden pagarlos, los cuales deben endeudarse de por vida en el mejor de los casos.

 

Esta terrible injusticia, que todos aceptábamos como un fenónemo inevitable de la naturaleza, ahora me afecta en primera persona por motivos personales. Un medicamento contra el cáncer de mama como el “trastuzumad” no puede suministrarse a las mujeres africanas por sus elevadísimos costes.


https://www.swissinfo.ch/spa/economia/pagar-para-sobrevivir-el-precio-mortal-del-cáncer-de-mama-en-kenia/48065934


Las afortunadas enfermas de Kenia que pueden llegar a operarse y después tratarse con quimioterapia, no pueden acabar de manera definitiva el tratamiento con trastuzumad, un inhibidor absolutamente necesario, que en España sí es administrado a las pacientes y durante un año. Por este motivo, el índice de supervivencia en el primer mundo es mayor, como constaté ayer mismo. Tomando un café con siete compañeras de trabajo, de las que tres éramos enfermas tratadas en hospitales públicos de Catalunya, comprobé que dos de ellas ya disponían del alta definitiva. Qué mejor índice que éste?

 

Y ciertamente, aquí me encuentro, cada tres semanas, en un Hospital público del primer mundo, sentada en una cómoda butaca donada por la Fundación Oncolliga de Girona, donde una amabilísima enfermera o enfermero según el día, me inyecta por vía intravenosa el trastuzumad. Y en esos momentos me invade una inmensa alegría porque valoro el esfuerzo de la sanidad pública y de su personal médico, para curarme, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que esa bolsa amarilla que cuelga a mi lado, no se podrá dispensar a las mujeres de Kenia, y por tanto no podrán finalizar su tratamiento.

 

Me siento como el soldado Ryan en la escena final de la película de Steven Speilberg “Salvar al soldador Ryan”. Ya saben los desocupados lectores seguidores de este blog que me interesa la historia sobre la Segunda Guerra Mundial y siempre encuentro conexiones con el presente. En la película de Spielberg, el Presidente de Estados Unidos firma tres telegramas dirigidos a la Sra. Ryan: le comunican la muerte de tres de sus cuatro hijos, losm cuales se encontraban luchando en los diferentes frentes donde Estados Unidos está implicado,  Japón, Europa… El Presidente ordena a sus generales que se movilicen para retornar a casa con su madre al último hijo que todavía está vivo. Qué precio tan alto ha pagado esa mujer. Así pues, muchos soldados americanos morirán en la película por intentar encontrar y rescatar al soldado Ryan, en el desembarco de Normandía. En la última escena de la película, (atención Spoiler), un soldado Ryan ya mayor, viajará con su familia al cementerio americano de Omaha Beach en Normandía. Arrodillado ante las tumbas de quienes murieron por rescatarlo, les cuenta que durante su vida ha intentado ser digno de lo que se pagó y luchó por él. Así me siento yo, cada tres semanas. Pienso en lo afortunada y privilegiada que soy, y en qué he hecho yo para merecer ese privilegio, como no sea haber nacido aquí simplemente.

 

No hace muchos años, en Cancerland, el país imaginario donde últimamente había vivido el escritor Paul Auster, ricos y pobres eran iguales. Por entonces, todos creíamos que la terrible enfermedad nos igualaba a reyes y emperadores. Por las pantallas de nuestros televisores veíamos desfilar las imágenes al Sha de Persia, del rey Hussein de Jordania, o de la cantante Rocío Jurado, cuando volvían a casa, en un avión medicalizado, derrotados, después de haber intentado lo último en las mejores clínicas  de Estados Unidos. Pero ahora la investigación y los avances contra la enfermedad han beneficiado mayoritariamente a los enfermos de Cancerland del primer mundo.

 

A menudo comparto la sala de espera del hospital con algunas mujeres inmigrantes. No puedo evitar pensar con cierto alivio que gracias a que han emigrado a Catalunya, y viven y trabajan aquí, recibirán un mejor tratamiento médico que en su país de origen. Lo siento así, aunque puede tener un componente paternalista, colonialista o incluso algo racista... esta afirmación que parece de color de rosa. (Los desocupados lectores seguidores ya me conocen y saben  que aunque intento dominar el gen, a veces se me escapan arrebatos racistas ).


http://lilladelesbos.blogspot.com/2020/07/to-be-or-not-to-be.html


Me gustaría que los ciudadanos de Catalunya que se encuentran en la sala de espera de nuestros hospitales valoraran de forma positiva lo que hemos conseguido como país o como sociedad, pero sospecho que no es así.

 

Hablo con familiares y amigos sobre estos temas y un temor contra los inmigrantes que utilizan nuestra sanidad se apodera de algunos de ellos. Sienten que les están robando algo.Ven en estas personas enfermas inmigrantes la causa de que la sanidad pública no funcione ( porque a veces es un caos). Según ellos, los retrasos, los colapsos, la falta de recursos, etc, son causados ​​por los inmigrantes de la sala de espera o del Servicio de urgencias. Así de sencillo. No se les ocurre pensar que a veces frente a nuestros hospitales hay unos gestores ineptos, por ejemplo, como constaté de primera mano en el Servicio de Urgencias.  Así me lo confirmaron por escrito desde la dirección del Hospital Josep Trueta de Gerona cuando formulé la queja. Es mucho más fácil y sencillo culpar de nuestros problemas al pobre y al extranjero, que a un mal directivo o a un mal gestor de nuestros  recursos.


También he tenido que escuchar que no existen recursos para todos, que este sistema público de salud no se podrá mantener con los estándares de calidad que ahora disfrutamos. Alguna persona culta y de nivel social alto me ha dicho que estos inmigrantes sólo vienen a Cataluña para aprovechar nuestros servicios, como una especie de turismo médico similar al de los pacientes ricos de la Clínica Teknon o la Barraquer de Barcelona, donde los príncipes de Arabia Saudí son tratados.

 

Yo no puedo aportar datos económicos que contradigan estas opiniones, pero tampoco las personas con las que he hablado de estos temas. Ni un documento técnico ni económico por ninguna de las dos partes. Sospecho que se trata de la simple constatación en la sala de espera de un hospital.

 

Con ciudadanos que piensan de esta manera, lo tienen muy fácil los partidos políticos de extrema derecha para acaparar votos apelando a nuestros instintos neandertales que tan fáciles son de exacerbar... El enemigo es el judío, en la  Alemania nazi de los años treinta del siglo pasado, o el inmigrante, en el siglo XXI. La extrema derecha siempre tiene soluciones fáciles (se empieza no empadronando a los inmigrantes y se les acaba montando en un tren hacia los campos de concentración) a “problemas” complejos.

 

El investigador Luis Gimeno, especialista aragonés de Medicina Familiar y Comunitaria:

"Ampliar la atención sanitaria a inmigrantes ni satura ni endeuda el Sistema Nacional de Salud".

 http://saludineroap.blogspot.com/2021/02/uso-de-la-sanidad-publica-por-la.html


El politólogo holandés Hein de Haas en diversas entrevistas:

“Los inmigrantes no terminarán con el estado del bienestar. Ni la derecha ni la izquierda quieren entenderlo.”

https://www.elmundo.es/la-lectura/2024/05/20/6646430efc6c83a06e8b45bc.html


La ONG “Médicos del Mundo:

Es falso que las personas inmigrantes colapsen los servicios de atención primaria puesto que los utilizan menos que los autóctonos.

http://www.medicosdelmundo.es/derechoacurar/8-mitos-y-mentiras-sobre-inmigracion-y-sanidad/


Mientras yo acabo de decidir que, en cuanto pueda, volveré a visitar el cementerio americano de Omaha Beach en Normandía.